Lo primero que hay que destacar es el buen índice de clics del sitio, con casi 23.000 visitantes. Para un establecimiento que no ha hecho publicidad en línea, es un resultado excelente. De ellos, sólo el 10,9% son tasas de rebote (cuando la tasa de rebote es inferior a 20, eso es bueno). Qué significan los rebotes: si hay muchos, indica que el tráfico no está orientado, o que el sitio no satisface las necesidades de las personas que acuden a él.

Una tasa de rechazo del 10% indica que los visitantes llegaron al sitio a propósito, y una profundidad de vistas de casi 4 páginas indica que la gente estaba interesada en el contenido que recibía.
Las estadísticas se pueden examinar con gran detalle, pero nos limitaremos a los datos básicos: las secciones que deberían estar cubiertas en el sitio, y que debería asegurarse de proporcionar a sus huéspedes potenciales y habituales.

Cuando examinamos las estadísticas, nos damos cuenta de que sólo unas pocas secciones fueron importantes para los visitantes: el primer lugar lo ocupó el menú, seguido de los álbumes de fotos, el tercer lugar la página de reservas y la disposición de las mesas, y el cuarto lugar los eventos.

La conclusión de esto es que hay cuatro áreas principales de interés para todos los huéspedes. En consecuencia, obtenemos una fórmula para crear un sitio que satisfaga las necesidades básicas de los clientes. Siguiendo esto, nos aseguraremos de que al entrar en el sitio, los huéspedes vean y reciban información sobre sus solicitudes.

A continuación, decidimos analizar las diferencias en el comportamiento de los visitantes, los habituales y los recién llegados al sitio, ya que toda institución trabaja en dos frentes: atraer y mantener el interés del público. Terminamos con tres grupos condicionales.

En el primero se incluyeron personas que hicieron una sola visita al sitio, en el segundo grupo hubo más de tres visitas y en el tercero hubo huéspedes que lo visitaron 10 veces o más.